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Tras la pandemia, el sector hotelero está cambiando constantemente para adaptarse a las nuevas necesidades de los viajeros. Los hoteles han enfrentado una serie de problemas y retos sin precedentes, que han los han forzado ha implementar profundos cambios con la ayuda de la tecnología.

Por supuesto, el trabajo que supone llevar un hotel no es sencillo: hacer que todas los procesos funcionen, que el personal coordinado, que todo esté en perfectas condiciones y que los huéspedes estén satisfechos. Asegurarse de que todo funciona como debe no es tan obvio. Vamos a ver los distintos problemas y retos hoteleros a los que puede enfrentarse este sector. ¡Manos a la obra!

Problemas que enfrenta el sector hotelero

La industria hotelera es uno de los sectores de mayor crecimiento y evolución del mundo, y esto es en parte gracias a los avances tecnológicos. Estos avances permiten a los gestores hoteleros mejorar la organización, la eficiencia y la experiencia del cliente.

Sin embargo, el sector se enfrenta a problemas que han afectado a la forma de gestionar los hoteles. Se trata de problemas que a menudo impiden la correcta organización y funcionamiento del establecimiento, y que deben atajarse cuanto antes para que no causen problemas mayores.

Un mejor conocimiento de estos problemas de los hoteles daría a los gestores hoteleros una clara ventaja sobre los competidores. Lo interesante de todos estos problemas es que suponen retos que permiten al sector hotelero crecer de forma más eficiente.

Expectativas de los huéspedes

El huésped debe estar en el centro de cualquier estrategia en el sector hotelero. La satisfacción del cliente lo es todo y, últimamente, las expectativas de los huéspedes cambian del mismo modo que avanza la sociedad y la tecnología. Los clientes cambian su comportamiento, su forma de consumir, sus intereses…

Por ejemplo, ahora los viajeros están muy interesados en la sostenibilidad, quieren que su viaje tenga un impacto mínimo en el medio ambiente, y eso también influye en su estancia en el hotel. También están al tanto de todas las novedades digitales y, de hecho, ya utilizan diferentes herramientas y aplicaciones electrónicas en su día a día que esperan encontrar también en su alojamiento.

Los huéspedes son más conocedores de la tecnología que nunca. Esperan disponer de Wi-Fi gratuito, televisores inteligentes con acceso a servicios online, puertos USB, aplicaciones para el hotel, uso eficiente de la energía… Y hoy en día, la mayor innovación en la industria hotelera es la tecnología.

En estos momentos disponer de una app es imprescindible para cualquier hotel, para facilitar el proceso de reserva, para hacer el check-in y el check-out, para tener la llave de la habitación en el smartphone o para resolver dudas y problemas y contratar servicios. Todo en una misma herramienta.

Por eso, satisfacer a los huéspedes pasa también por estar al tanto de lo que se dice en las redes sociales, de su forma de consumir, de sus expectativas y de las tendencias tecnológicas más novedosas.

Seguridad hotelera

Otro de los problemas hoteleros a los que se enfrenta el sector es la seguridad de sus clientes. La gestión de un hotel también implica la correcta instalación y mantenimiento de sistemas de vigilancia. El confort y la seguridad de los huéspedes son cruciales.

Pero la seguridad de los clientes va más allá de su integridad física, sus datos personales y los de sus tarjetas de crédito también deben estar debidamente protegidos, gracias a dispositivos y programas informáticos de alta tecnología.

La gestión de riesgos es, por tanto, otro de los retos hoteleros que hay que abordar.

Competidores

El problema hotelero más común. Hoy en día, las posibilidades de alojamiento son infinitas: hoteles, airbnbs, apartamentos, campings, caravanas… La competencia, por tanto, se ha multiplicado y está cada vez más profesionalizada.

Las campañas de marketing y redes sociales son la forma más común de publicidad, por lo que es necesario invertir una parte del presupuesto en esta estrategia. Si los hoteles no están al día en este aspecto, pueden perder un gran número de clientes y su posición competitiva.

Estacionalidad

Este es otro de los retos hoteleros del sector. Hay temporadas en las que las reservas se disparan y otras en las que la afluencia es casi inexistente, incluso meses en los que algunos hoteles tienen que cerrar. Es el caso, por ejemplo, de algunas islas, que esperan agotar las plazas en los meses cálidos y todo lo contrario en los fríos.

Esta estacionalidad provoca incertidumbre y estrés a los gestores hoteleros. Es necesaria una buena organización, por un lado, para sacarle el máximo partido durante la temporada alta y, por otro, para ofrecer un valor añadido o precios más competitivos para la temporada baja.

La innovación, la tecnología y un enfoque de gestión con visión de futuro son claves para resolver el problema de la estacionalidad en el sector hotelero.